Ocaso de Madrugada

Le estaba sonando el celular, el sabia lo que significaba, su oportunidad esta cerca. Déja todo y toma, indispensable para estos momentos, la guitarra en sus manos. Saborea un acorde o dos al ritmo que su corazon le indica y se decide a comenzar.
-elooo...!
- Q haces?
Comienza una conversacion corriente, ambas personas preguntan sobre la actividad que realizaba el otro hasta el momento de comenzada la charla.
De pronto, un aviso... hay alguien mas pendiente de la conversacion; los acordes armonicos que bailaban al ritmo del pulso se transforman ahora en un instrumental de Mars Volta, en sonidos absractos, superpuestos, descontrolados.
Pobre muchacho, fuera de practica para estas cosas, atado durante muchas noches a una prision sentimental y propia, se enfrenta ahora a lo que hace tiempo decidio abandonar.
Una voz en off, un saludo, un gracias, el corazon se vuelve intermitente dejando paso a la razon, midiendo cada palabra. Comienza otra conversacion. Esta vez las palabras del otro lado son acompañadas por un sonido mas agudo, mas dulce. Ellos juegan el mismo juego, ambos saben todo y no dicen nada. Es el quien lanza los dados primero, el resultado? un numero elevado; siguen las apuestas. Aumentan. Es ella quien arremete.
Se presenta la oportunidad y el apuesta el pozo; los dados giran, del otro lado estan escribiendo una respuesta, pero los dados giran una vez mas antes de detenerse y el numero alcanzado no es el correcto. Nuestro personaje se lamenta, deberia haberlos lanzado de otro modo, y sabe que probablemente sea irrecuperable...